Cuando cumplí los 50 comencé a desarrollar una fascinación por las camisetas o jerseys de equipos de futbol en sus variantes mundial y americano. Es un asunto meramente estético y de confort, no de emociones. Aunque, como es normal, tengo camisetas de mis cuatro equipos (El Tri, La Roja, los Pumas y el Real Madrid), las uso solo ocasionalmente. Las piezas que sí uso en mi día a día son playeras bellas de equipos que no me dicen nada. Ni fu ni fa. Mi preferida del momento es la de los Xolos de Tijuana, seguida de cerca por la del Puebla. Pero no crean que invierto dinero en ello. Son modelos originales de temporadas muy pretéritas. Si van a costar más de 15 euros, ni me planteo comprarlas.
Ayer en los Encantes me topé con una camiseta del Depor de la temporada 2009/10 (!), en su envoltura de plástico original, por cinco euritos. Mi vestuario sigue creciendo.