Como nadie me lee sigo dando la tralla…

Como nadie me lee, sigo dando la tralla. Ahora voy a hablar de la peli de moda, “don’t look up”.

Lo primero que me viene a la cabeza viendo las reacciones de otras personas a la cinta es que se trata de la versión 2021 del vestido dorado-vestido azul. Cada cual ve lo que quiere ver en ella (o lo que su entramado neuronal permite). Que si crítica al capitalismo, que si Díaz Ayuso también va de rojo (así como Yolanda Díaz, es que…), que si reflexión sobre la pandemia…

Yo el vestido siempre lo vi dorado.

Y esto es lo que veo en la película.

Veo una versión aplicada de lo ya expuesto en “idiocracy”: que la humanidad está cada vez más idiotizada. Que nos está cayendo una roca del tamaño del Everest en la cabeza y o bien miramos hacia el otro lado (¡Grande Ariana Grande!) o bien lo negamos porque son “los otros” los que están alertando.

Veo a una sociedad:

  • Atontada por las redes sociales, controlada por las redes sociales, y el poder y los medios de comunicación atados de pies y manos porque solo pueden hacer y decir lo que tenga el impacto deseado en redes sociales. Una pescadilla que se muerde la cola en toda la regla y que nos lleva a la idiocidad.
  • Gobernada por personas populares, que no capaces, y sumamente corruptas: enchufismo a tope, personas incompetentes en todos los puestos de responsabilidad. El personal técnico, de carrera, competente, totalmente ninguneado, diríamos tolerado mientras lo que dicen y hacen no tenga ningún impacto.
  • Un sistema que hace que los políticos tengan que usar el 100% sus capacidades y su energía en acceder al poder y mantenerse en la poltrona. Viene la puta roca que nos cae encima, pero las primarias son en 3 semanas y no podemos dejar que otros llenen las butacas con sus candidatos, así que no hacemos nada al respecto, porque estamos muy ocupados enchufando a nuestros amigos. Esto es una sensación que tengo siempre en las noches electorales, cuando el ganador, eufórico pero exhausto, sale al balcón a saludar a las masas. Pienso: ¿y ahora de dónde van a sacar energía para hacer el trabajo de verdad, que es gobernar?

También veo que hay personas inmensamente ricas (en dinero y en recursos, incluyendo acceso a la ciencia y a la tecnología) que intentan hacer el bien (propio y ajeno) en base a sus ideas, mentalidad, sesgos, estos últimos basados en su experiencia vital (como nos pasa a todos los humanos), y estamos de acuerdo que dicha experiencia es un outlier de manual: aplicando el sesgo del superviviente, creen que sus ideas son infalibles (porque lo han sido en sus respectivos negocios), y qué creen, que va a ser que no.

Así que me da igual si Meryl Streep es o no es Trump. Que capitalismo tal y cual. No. Yo solo interpreto un llamamiento a dejarnos de gilipolleces y volver a abrazar el sentido común.

Que como todos sabemos, es el menos común de los sentidos.

THE END.

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