Después de digerido el artículo de Steve Wozniak veo que se trata de una pequeña pataleta y que no tiene mucho que ver con la nube. Simplemente se le estropeó el invento cuando actualizó la versión del sistema operativo de su MacBook. Miren, yo accedo a mi calendario del trabajo, nada que ver con un servicio en nube, a través del iPhone. Y cuando cambié de teléfono me “cargué” el calendario entero, díganle por torpeza mía, díganle por poca claridad en los diálogos del dispositivo. Otra compañera se cargó el suyo cuando configuró el iPad que le habían regalado en Navidad. (solo que yo tenía un backup bien custodiado, y apenas perdí la referencia a unas pocas reuniones, mi compañera aún sufre las consecuencias).
Sí hay algo muy equivocado en el tema de la nube: ¡¡¡la absoluta dejadez en que incurre el usuario!!! Quien se crea la cantaleta de que “si pones X en nube los problemas (de disponibilidad, de integridad) desaparecen” es imbécil. Al hospedar en nube le transfieres la responsabilidad de la gestión de la infraestructura a otro, pero ese trabajo de gestión y los posibles problemas inherentes a los sistemas no desaparecen. Igual que cuando cierras los ojos: el monstruo no desaparece, simplemente no lo ves…
Si eres cliente de IaaS o Paas (de nube Amazon, de Windows Azure, de Salesforce.com…) lo que pasa es que cuando se joden las cosas, tú no decides el orden en que se arreglan y se restauran, y si te toca último de la cola, ¡aguántate sin servicio! (si usas tu propia infraestructura, que asumo gestionas correctamente, incluso podrías fletar un avion para buscar las cintas de backup que tienes almacenadas en un sitio seguro si tanta prisa te corre, tú decides la prisa que tienes). Si se trata de un uso personal, pues… haz backup, backup, backup, backup de tus datos en nube, aunque te llamen majadero por no confiar en ella, esa nube que a tantos atrae con el canto de sirena de la disponibilidad 24/7… Un poco de sentido común, por favor… también decían del Titanic que era “unsinkable”…