Qué ciegos somos con nuestros estereotipos. Leo sobre el glacial ambiente del partido del Barça en Yokohama, y claro, los jugadores y periodistas lo achacan directamente “al carácter japonés”. Pues no sé yo. Hace unos años, visitando Hiroshima, nos llamó la atención el estruendo que emanaba del estadio del equipo de béisbol local, los Hiroshima Carp. Nos acercamos a una puerta de entrada y el vigilante nos dejó pasar. ¡Menuda fiesta! La gente cantando, gritando, haciendo la ola… aquello estaba tan animado que parecía una fiesta de ingleses en Ibiza. Quién sabe, quizás sea que los sureños de Hiroshima son menos fríos que los norteños tokiotas… Pero la nariz me dice que en realidad se trata de que el béisbol lo conocen desde hace décadas, lo practican, les gusta y les apasiona. El fútbol, todavía no. Pero claro, desde nuestra óptica europea eso se nos hace inconcebible. Es más fácil tirar del estereotipo que practicar el noble arte de intentar comprender las situaciones en contexto.
Occam, siempre Occam 🙂