Cada vez que mis compañeros de trabajo, desarrolladores, dicen: “abres una ventana…” me dan ganas de gritar “y dices ¡¡buenos días!!”, pero sé que me mirarían raro.
Cada vez que mis compañeros de trabajo, desarrolladores, dicen: “abres una ventana…” me dan ganas de gritar “y dices ¡¡buenos días!!”, pero sé que me mirarían raro.